Entre montañas y cuevas

 

Te invitamos a  la nueva aventura de nuestra Moto Guzzi V85TT que, aprovechando la festividad de las Letras Galegas de 2023, nos llevó por Asturias y Cantabria.  

El viaje tiene como punto de partida A Pobra de Trives, enlazando con la N-120 a la altura de A Rúa para llegar hasta Bóveda dónde nos incorporamos a la vía rápida que nos lleva hasta Lugo. En la capital entroncamos con la N-640 que nos conducirá por Meira hasta A Pontenova desde donde nos deviamos por la LU-704/AS-21 a Taramundi, nuestra primera parada en el Principado de Asturias. Se trata de un viaje que en su mayoría trascurre por carreteras convencionales, con escasos tramos de autovía y que pasa por varias poblaciones donde podremos hacer una parada para tomar un café o estirar las piernas.

Ya en Taramundi bajamos casi un kilómetro (por una carretera serpenteante de gran desnivel) hasta el Museo de los Molinos de Mazonovo.

Este pueblo es conocido por sus afamadas navajas aunque también saboreamos una rica fabada asturiana en Casa Petronilla, cuyo comedor cuenta con unas hermosas vistas de la montaña. 

Tras esta parada larga, continuamos nuestro camino hacia Cangas de Onís. Para llegar allí combinamos tramos por la N-640 y la A-8 (debido al fuerte viento que soplaba en algunos tramos). Esa primera noche pernoctamos en Hotel Ciudad Cangas de Onís (un hotel de cuatro estrellas muy confortable, en el que encontramos más moteros y con un trato muy amable por parte de sus empleados) 

Al día siguiente nos acercamos a Covadonga. Nuestro principal objetivo era subir a los Lagos, pues en nuestro anterior viaje (2011) no pudimos hacerlo. Si vas a visitar la zona te recomiendo informarte antes de tu llegada porque, en muchas ocasiones, la subida no es posible en vehículo propio. Encontrarás varios aparcamientos en las inmediaciones.

Si vas en temporada baja, como en nuestro caso, puedes disfrutar de esta carretera de montaña y algunos de sus espectaculares miradores. Nosotros paramos en el Mirador de la Reina (km 6'5) donde nos impresionaron las vistas y los buitres leonados.

Como la mañana amenazaba lluvia y el tráfico comenzaba a aumentar en la zona, decidimos bajar hacia el santuario.

Seguimos nuestro viaje adentrándonos en tierras cántabras donde paramos a comer en San Vicente de la Barquera.

Tras una rica comida en la terraza del Restaurante <<El Pescador>> continuamos nuestra ruta hasta el Museo de Altamira. Como era el Día Internacional de los Museos no tuvimos que pagar entrada. Nuestra guía nos sumergió en el fascinante mundo del paleolítico en la Neocueva y pudimos admirar las pinturas rupestres que se reproducen en ella con todo lujo de detalles. El pase a la cueva original está restringido desde hace décadas, por lo que en 2001 se creo esta replica para preservarla.

Finalizamos nuestro viaje en Santillana del Mar, dónde disfrutamos de un paseo por sus calles llenas de palacios y casas blasonadas. Destaca el Parador Nacional Gil Blas (Casa de los Barreda-Bracho) así como la Colegiata de Santa Juliana o el Museo de la Tortura - Inquisición (para los más atrevidos).  

Santillana es un lugar muy turístico y cuenta con un sinfín de alojamientos, nosotros nos decantamos por Hostería Miguel Ángel, una pensión acogedora que se encuentra a la entrada de Santillana. 

La mañana siguiente iniciamos nuestro viaje de vuelta por la A-67, que pasa por lugares tan emblemáticos como Aguilar de Campoo (y su encantador aroma a galletas recién horneadas) hasta enlazar con la A-231, la A-66 y finalmente la A-6. Tras una parada en Astorga continuamos nuestro regreso a casa por la N-120 y la OU-636. Esta ruta, tan familiar para nosotros, no está exenta de belleza y es una auténtica delicia para los cientos de moteros que la visitan todos los fines de semana. Desde ella puedes apreciar el cañón del Sil, las Médulas, los codos de Larouco o hacer una parada junto al Puente romano Bibei, apreciando el ara romana y la columna conmemorativa que se encuentran en sus márgenes.