Regresamos para contar lo vivido en la 43ª edición de la Concentración de Faro, en el vecino Portugal, una experiencia que nunca defrauda y que permite realizar rutas por paisajes inigualables, disfrutar de la rica gastronomía portuguesa y alucinar con el espectacular ambiente motero que se vive en el Algarve durante esos días.
En julio de 2025 regresamos a la concentración motera de Faro, la más destacada de Europa, que reúne durante ese fin de semana a decenas de miles de aficionados. Este año con las novedades introducidas por el nuevo presidente del Moto Clube Faro, Pedro Baptista, quien tomó el testigo del icónico Zé Amaro, en noviembre de 2024.
Pero comencemos esta historia por el principio. Para ello nos remontamos al martes 15 de julio, cuando arrancamos de buena mañana con nuestra Moto Guzzi V85TT desde la ciudad de Ourense dispuestos a recorrer los 265km que nos separan de Furadouro, pues este año decidimos bajar por la costa para evitar las altas temperaturas de años anteriores. Saliendo de Ourense entramos en Portugal por Baltar y cruzamos Montealegre y Peñafiel sin recurrir a ninguna vía de altas prestaciones, para disfrutar del paisaje del alto Douro
Próximos a nuestro destino, en la carretera que une Santa María de Feira con Ovar, paramos a comer en el Restaurante
O Duke, un lugar muy recomendable si estás por la zona. Ya en Furadouro pretendíamos aprovechar la playa, pero las bajas temperaturas, el viento y las obras que se están realizando en el arenal nos disuadieron de tal idea. En su lugar paseamos y disfrutamos de la puesta de sol.
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| Saliendo de la Playa de Nazaré |
Por la tarde, tras bordear Óbidos, continuamos nuestro camino hasta Baleal, muy cerca de Peniche. Otro lugar hermoso y con una extensa playa en la que el viento permite que los aficionados al surf disfruten de las olas.
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| Taberna do Ganhaô en Baleal |
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| Playa de Baleal |
Por fin llegó la mañana del jueves 17 de julio cuando, aún amaneciendo, tomamos rumbo a nuestro destino final, para lo que tuvimos que salvar los 356 km que separan Baleal de Faro. En esta ocasión decidimos ir por autopistas y hemos de comentar que desde este año 2025 la A-22 ha retirado los peajes, cosa que es de agradecer.
Finalmente llegamos a nuestro ansiado destino, con primera parada en la sede del Moto club Faro, donde retiramos las pulseras (pues en esta ocasión realizamos preinscripción) y disfrutamos de un gran ambiente motero. El entusiasmo del primer día que aquí se respira es contagioso y palpable tanto en los visitantes como en los socios del Moto Club. No puedes visitar esta concentración y no acercarte, por lo menos unos de los días, hasta la sede, que además es un auténtico museo. A nosotros nos gusta ir el jueves y aprovechar para comer allí, tomar algo y descansar después del largo viaje.
Después de esta larga y merecida parada, nos dirigimos al alojamiento, en el Edificio Oasis y de allí a la Concentración para retirar la inscripción. Por supuesto la playa de Faro es otro de los lugares de obligada visita.
De vuelta a la Concentración, es el momento de inspeccionar el terreno, con novedades en el Oasis, del que ha desaparecido la piscina y la carpa de circo, haciendo del espacio más diáfano. La zona de acampada también ha sufrido modificaciones, al verse reducido el espacio junto a las inscripciones. Cambian los espacios, pero no la esencia y el aforo, que en algún momento llegó a limitarse, no ha sido problema este año. Cabe destacar que el jueves, uno de los días más flojos en cuanto a asistencia, hubo más de 21500 personas disfrutando de la Concentración. Desde la organización se pusieron entradas a la venta a un precio reducido para ese mismo día, y lo recaudado se donó a la Cruz Roja.






Durante todos los días que dura la Concentración también organizan conciertos en el centro de la Faro y algunos de esos grupos repiten en la zona del Oasis. Recomendamos desde aquí bajar al centro (Baixa) para descubrir la ciudad y acercarse hasta alguna de las tiendas del Moto Club. Recordamos que se puede regresar a la concentración (con paradas en varios puntos incluida la playa) en uno de los autobuses que pasan con regularidad y que son gratuitos para todos los inscritos.
El viernes 18, tras relajarnos en la playa, volvemos al recinto. El concierto que más nos interesa este día es el de Calle del Ruido y no nos decepciona en absoluto. Antes del concierto reponemos fuerzas en la zona del Bike Show y nos refrescamos en el Oasis.
Llegamos al sábado 19, el día con más afluencia de público, con su sardiñada, espectáculos, cena, conciertos y la esperada entrega de premios del Bike Show, uno de los platos fuertes de la noche, junto a a los conciertos entre los que destacó, este año, el de los Waterboys.
Finalmente, el domingo 20 toca la despedida por todo lo alto con un espectacular desfile de motos en el que podemos ver participantes de todas las edades y nacionalidades. Algo único y especial que hace avivar las ganas de volver a regresar a Faro para la próxima edición.
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